La República Dominicana está ubicada en la isla Hispaniola, la más grande de las Antillas Mayores, localizada en la región del Caribe. Al norte limita con el Océano Atlántico, al sur con el Mar Caribe, al este con el Canal de la Mona y al oeste con la República de Haití.
La República Dominicana se posiciona en la región del Caribe como un destino estratégico para el desarrollo de actividades comerciales y logísticas, gracias a su ubicación geográfica privilegiada y estabilidad económica que, en combinación con una infraestructura vial moderna y un sólido marco legal, la convierten en un lugar atractivo y confiable para los negocios y la Inversión Extranjera Directa.
Adicional a esto, la Ley 16-95 de Inversión Extranjera, entre otros beneficios, le garantiza al inversionista extranjero la misma protección jurídica que se le da a un nacional y la libre repatriación de capitales, al igual que le facilita el Certificado de Registro de Inversión Extranjera y Transferencia de Tecnología emitido por ProDominicana y el Permiso de Residencia por Inversión que se gestiona a través de la Dirección General de Migración.
Con el fin de dinamizar el comercio y promover el desarrollo del país, el gobierno dominicano, respaldado por una democracia indeleble, una economía estable y un marco legal sólido, apuesta a la Inversión Extranjera Directa, propiciando un buen clima de negocios y brindando seguridad jurídica e incentivos y exenciones fiscales a los inversionistas, maximizando así la rentabilidad de sus inversiones.
La Ley 8-90 sobre Fomento de Zonas Francas, tiene como principal objetivo incentivar al desarrollo de este sector otorgando beneficios a las empresas que se establezcan bajo este régimen. Algunos de esos beneficios son: